Le diré que la única vida de la que estoy seguro es la vida de la Imaginación.
A. S. Byatt
La primera vez que leí esta frase resonó en mi interior como una realidad conocida pero no expresada. La Imaginación me había salvado de casi todo. Cuando era una niña y sucedía algo que me entristecía salía al terrado para estar sola, escudriñaba ventanas, patios, balcones…, y comenzaba a inventarme historias. Mezclar esos dos mundos, la realidad y la fantasía, me ha permitido sobrevivir.
Suena “Mirrors” de Sally Oldfield.
Hace veinte años que leí por primera vez “Posesión” de A. S. Byatt, me subyugó desde el inicio. Todo me parecía muy real, la historia de la poetisa feminista y el escritor en la época victoriana, tanto que me dediqué a buscar información y descubrí que todo era inventado, esas personas no habían existido. La novela me pareció de una erudición para mí inaudita. El desarrollo de la narración y de los personajes, la capacidad de crear textos desde la visión y los valores de la época con el lenguaje adecuado, todo encajaba perfectamente. Desde entonces se produjo en mí una curiosidad por las novelas que hablan de literatura, que mezclan realidad y ficción y que, muchas veces, no consigo distinguir. Me gusta rastrear en las reflexiones de los personajes o en las situaciones de las novelas aquello que tiene que ver con la vida de los/as escritores/as, no por chismorrear, sino porque en los procesos de creación, del tipo que sea, no se puede obviar lo que se es, lo que se siente, lo que se ha vivido.
La novela se desarrolla desde la época actual, dos intelectuales que realizan una investigación sobre los personajes antes mencionados de la época victoriana. Hay de todo, literatura, suspense, relaciones personales… Vale la pena leerla.
Cuando leo y me satisface lo leído es porque algo se ha removido dentro de mí, me ha hecho pensar, me ha ayudado en ese momento, me ha ofrecido una visión nueva o diferente a mi manera de ver el mundo y tengo que hacerme replanteamientos. Disfruto mucho cuando la estructura vital se mueve o se refuerza, todo es necesario. Con esta novela identifiqué sensaciones de los personajes femeninos que yo había sentido y que no encontraba la forma de expresar con claridad, sobre todo aquello que tiene que ver con las relaciones de poder que se establecen entre las parejas. Durante un tiempo solo pude leer a escritoras, me buscaba y me encontré.
El mugido de la vaca:
Quiero vivir, amar y escribir. ¿Será pedir demasiado? ¿Serán vapores, está declaración?
Suena “Mirrors” de Sally Oldfield.
Hace veinte años que leí por primera vez “Posesión” de A. S. Byatt, me subyugó desde el inicio. Todo me parecía muy real, la historia de la poetisa feminista y el escritor en la época victoriana, tanto que me dediqué a buscar información y descubrí que todo era inventado, esas personas no habían existido. La novela me pareció de una erudición para mí inaudita. El desarrollo de la narración y de los personajes, la capacidad de crear textos desde la visión y los valores de la época con el lenguaje adecuado, todo encajaba perfectamente. Desde entonces se produjo en mí una curiosidad por las novelas que hablan de literatura, que mezclan realidad y ficción y que, muchas veces, no consigo distinguir. Me gusta rastrear en las reflexiones de los personajes o en las situaciones de las novelas aquello que tiene que ver con la vida de los/as escritores/as, no por chismorrear, sino porque en los procesos de creación, del tipo que sea, no se puede obviar lo que se es, lo que se siente, lo que se ha vivido.
La novela se desarrolla desde la época actual, dos intelectuales que realizan una investigación sobre los personajes antes mencionados de la época victoriana. Hay de todo, literatura, suspense, relaciones personales… Vale la pena leerla.
Cuando leo y me satisface lo leído es porque algo se ha removido dentro de mí, me ha hecho pensar, me ha ayudado en ese momento, me ha ofrecido una visión nueva o diferente a mi manera de ver el mundo y tengo que hacerme replanteamientos. Disfruto mucho cuando la estructura vital se mueve o se refuerza, todo es necesario. Con esta novela identifiqué sensaciones de los personajes femeninos que yo había sentido y que no encontraba la forma de expresar con claridad, sobre todo aquello que tiene que ver con las relaciones de poder que se establecen entre las parejas. Durante un tiempo solo pude leer a escritoras, me buscaba y me encontré.
El mugido de la vaca:
Quiero vivir, amar y escribir. ¿Será pedir demasiado? ¿Serán vapores, está declaración?
A. S. Byatt